Los aficionados del buen baloncesto están de enhorabuena, las Finales más apretadas de los últimos tiempos tendrán séptimo partido, tras una magnífica actuación de Pau Gasol y una actuación "común" aunque no por ello menos extraordinaria, de Kobe Bryant.
Una asistencia, a eso estuvo Pau de completar un triple doble, y ser el "laker" que hizo un triple doble en las Finales, algo que no veíamos desde Magic Johnson.
Más allá del dato del triple doble, hay que resaltar el estado físico del español. Está completamente fundido, le cuesta un esfuerzo extra cada lucha, cada coast to coast, cada acción, pero saca fuerzas de donde no las hay para hacer estos partidazos, chapó para el catalán, que se merece descansar este verano.
Por parte del partido, el resultado fue 89-67, ojo, 67 puntos en una Final de la NBA, algo bastante extraño, debido a una maravillosa defensa angelina, se frenó a Pierce (Artest por fin dio la cara), Ray Ray no tuvo su día, KG estuvo bien marcado... y la lesión de Perkins, que en el sexto partido agobió y mucho a Pau se notó, sobretodo, en la captura del rebote.
La lesión de Perkins, clave en el sexto partido. Su ausencia está confirmada para el séptimo
El resultado estaba cerrado desde el descanso, con 20 puntos de ventaja, L.A. se dejó llevar, dando descanso a Bynum y su rodilla, pero no a Pau, lo cual puede llegar a desconcertar, pero "En Phil Jackson confiamos" dirán los californianos.
Otro de los elementos destacables fue la actuación del banquillo laker. Se comieron, literalmente, con patatas al banquillo verde, que solo anotaba en los minutos de la basura (que fueron prácticamente los dos últimos cuartos).
Ahora toca ver que pasa esta noche (he tardado demasiado con la crónica), es evidente que los amarillos llevan la moral por las nubes, pero Paul Pierce y su ejército Celtic no se rendirán, ni mucho menos, tan fácilmente.
Será un séptimo duelo apasionante, la rivalidad más histórica de la NBA transformada en unas Finales ajustadísimas. Que gane el mejor.